Qué frustrante es que le atribuyan los méritos a otra persona, ¿verdad? Haber logrado algo, y que todos miren hacia la dirección equivocada.
De hecho, y aunque tal vez no seas consciente del todo de ello, esta es una de las principales razones por las que se producen brechas en los equipos de trabajo.
¿Qué puedes hacer cuando le atribuyen el mérito a un compañero que te corresponde a ti? ¿Cómo evitar esos malentendidos cuando eres tú el que otorga el mérito?
Hoy quiero invitaros a reflexionar sobre ello.
Imaginemos la situación.
Tienes una buenísima idea para la empresa, y se la comentas en el descanso del café a tu compañero.
En la reunión del lunes, así sin previo aviso y por sorpresa, la presenta, precedida de un “Tengo una idea”. Así, en singular y primera persona.
Peor aún. Solucionas gracias a tu proactividad y expertise un problema con un cliente, y tu jefe felicita a tu compañero por su buen trabajo (y a ti ni te mira, invisible) .
O imagina que uno de tus jefes coge tu mérito y lo hace suyo, y ni se le pone la cara colorada.
E incluso puede darse el caso de que seas tú quien le esté dando mérito a alguien, y tiempo después descubras que esa persona no fue quien verdaderamente lo tuvo (y a ti nadie te dijo nada, ni siquiera las partes implicadas).
Cualquiera de las cuatro situaciones pueden causar mucho daño. A nivel personal, profesional y también empresarialmente hablando.
¿Cómo puedes actuar dependiendo del caso?
Qué hacer si el mérito lo tienes tú y se lo lleva otro
Si estás presenciando un momento en el que le están dando el mérito de lo que tú has logrado a otra persona, no lo dejes pasar.
Aunque creas que tu trabajo habla por sí solo y que con el tiempo todos lo verán, en ocasiones no es así.
Suponer esto es peligroso, así que antes de que pase tanto tiempo que ya no tenga sentido tratar el tema, hazlo tú.
En lugar de quedarte callado o callada, dilo. A veces tenemos miedo de exponer nuestras ideas, pero hacerlo nos libera.
Eso si, en lugar de lanzar acusaciones, trata de iniciar una conversación tranquila y asertiva.
Y ojo, no tiene por qué ser en público, a veces basta con una simple conversación en privado.
Hablar con las personas implicadas, tanto tus superiores como con la persona que se ha atribuido tu mérito es la clave para resolver esta situación de una forma sana y positiva.
Qué hacer si el mérito LO HAS DADO TÚ y lo tenía otro
En este caso, al igual que en la otra cara de la moneda, todo parte de una conversación privada con las personas implicadas.
Para este punto, te recomiendo una lectura muy interesante: «Smart Feedback» de Jane Rodríguez del Tronco, Rosa Rodríguez del Tronco y Noemí Vico.
El smart feedback o feedback inteligente es esencial para evitar este tipo de malentendidos y además fomentar su desarrollo y mejorar su rendimiento.
Establecer una cultura de feedback constante y de comunicación bidireccional facilitará que las personas de tu equipo se vean en el contexto adecuado para poder expresar sus pensamientos y puntos de vista, incluso este tipo de injusticias.
Además, el smart feedback o feedback inteligente se apoya en el reconocimiento y gratitud, así como en el feedback confidencial cuando es necesario.
De ahí que sea fundamental para prevenir situaciones de desigualdad o injusticia, como la de atribuir el mérito a otra persona.
¿Y si es tu superior quien se ha atribuido tu mérito?
La solución ideal también pasa por hablar con él o ella. Aunque a veces sabemos que esto no es posible, entre otras cosas, por lo intimidante que puede resultar.
En ese caso, mi recomendación es que evalúes si lo ocurrido es realmente un problema, ver con perspectiva la situación y decidir si realmente puede afectar a tu carrera.
Si ves que sí, siempre viene bien tener un timeline documentado y testigos que puedan (y quieran) dar fe de lo ocurrido.
Ya con tu decisión y las pruebas recopiladas, habla cuanto antes de forma privada con la persona implicada.
Algunas personas roban ideas simplemente por ignorancia o torpeza, y como nadie les dice nada, siguen haciéndolo durante años.
Por ello, tú puedes ser esa persona que le siembre la semilla en la cabeza a tu superior sobre la necesidad de atribuir el mérito a quien lo merece.
A lo mejor eso le ayuda a ser mejor líder, y crecer profesional y personalmente.
Sea como sea, todo pasa por tratar de aclarar las cosas lo antes posible.
Afronta la situación con valor y confianza, y verás como el mérito se lo termina llevando quien se lo tiene que llevar.
¿Alguna vez te has visto en una situación similar?